Por David Santana .-
En estos días oscuros, mientras las bandas armadas desatan el caos en nuestro vecino Haití, es imperativo que dirijamos nuestra mirada hacia nuestro propio suelo, la República Dominicana. La situación en Haití se ha vuelto insostenible, y el riesgo que esto representa para nuestra nación no puede ser subestimado.
Las bandas criminales han sumido a Haití en un estado de devastación sin precedentes, arrasando con todo a su paso. ¿Qué ocurrirá cuando Haití quede reducido a cenizas y escombros? Es ingenuo pensar que las consecuencias no repercutirán en nuestras fronteras. Con un vecino desesperado y sin recursos, la tentación de buscar refugio en nuestro territorio será inminente.
Ante esta inminente amenaza, es hora de que la República Dominicana tome una postura firme y decisiva. Debemos convocar al diálogo internacional y exigir una intervención militar en Haití antes de que sea demasiado tarde. La devastación en Haití ya es una realidad, pero si no actuamos ahora, nos enfrentaremos a un escenario aún más desolador.
Es evidente que las bandas armadas están destruyendo todas las fuentes de ingreso de sus propios compatriotas. La presión internacional sobre la República Dominicana para que asuma la carga de esta crisis será abrumadora si no tomamos medidas urgentes. No podemos permitir que nuestra nación sea culpada y obligada a cargar con las consecuencias de una situación que está fuera de nuestro control.
Es hora de que pongamos en marcha un plan para proteger nuestra nación. La defensa de nuestras fronteras y la seguridad de nuestros ciudadanos deben ser nuestras prioridades absolutas. No podemos permitirnos ser arrastrados por el torbellino de caos que se avecina desde Haití.
La situación en Haití no es solo un problema de ese país; es un problema que nos concierne directamente a nosotros, y debemos actuar con determinación y previsión. El futuro de la República Dominicana está en juego, y no podemos permitirnos ser víctimas de las consecuencias de la devastación en Haití. Es hora de actuar, es hora de proteger nuestra nación.
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