Nayeli Reyes
República Dominicana es uno de los países con mayor índice de consumo de alcohol y drogas en mujeres embarazadas y, en un buen número, estas están arraigadas en la vana creencia de que “una cervecita limpia al bebé”.
Sin embargo, este y otros tantos no son más que mitos que, de seguirles la corriente, en el desconocimiento de la cantidad de alcohol precisa para hacer daño al feto podrían auspiciar, para unos años más tarde, consecuencias irrevocables en el desarrollo de cualquier niño.
La mala memoria, la hiperactividad, el déficit de atención, las deformaciones cognitivas y discapacidad intelectual, fueron señaladas por Martín Ortiz, director Materno Infantil y Adolescentes del Servicio Nacional de Salud, como consecuencias de consumir alcohol durante el embarazo ante el pensamiento libertino de que se puede ingerir solo un poco.
“El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF), que son discapacidades físicas, intelectuales y del comportamiento, que afectarían de manera permanente a su hijo”, manifestó Ortiz, durante el lanzamiento de la campaña “prevención del consumo de alcohol y drogas en mujeres gestantes”, al junto de la Fundación Fénix.
Con esta campaña, tanto la fundación como el SNS buscan educar a las mujeres en edad reproductiva sobre los riesgos que conlleva consumir alcohol y drogas durante el embarazo, “tanto para ella como para el bebé”.
Iniciando en la Maternidad La Altagracia, el equipo pretende emprender campañas de concientización en las diferentes maternidades y hospitales del país, buscando desmontar los mitos en torno a la ingesta de alcohol en los meses de gestación.
Datos
Consecuencias.
Beber alcohol durante el embarazo puede causar aborto espontáneo, muerte fetal y una variedad de discapacidades físicas, intelectuales y del comportamiento para toda la vida. Estas discapacidades se conocen como trastornos del espectro alcohólico fetal.
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