Al día siguiente, el granjero condujo hasta la casa de David y dijo: "Lo siento hijo, pero tengo malas noticias, el caballo murió".
David respondió: "Bueno, entonces devuélveme mi dinero"
El agricultor dijo: "No puedo hacer eso. Ya los gasté"
David dijo: "Bueno, entonces tráeme el caballo muerto"
El granjero preguntó: "¿Qué vas a hacer con él?"
David dijo: "Lo voy a rifar"
El granjero dijo: "¡No se puede rifar un caballo muerto!"
David dijo: "Claro que puedo, mírame. No le diré a nadie que está muerto".
Un mes después, el granjero se reunió con David y le preguntó: "¿Qué pasó con ese caballo muerto?"
David dijo: "Lo rifé. Vendí 500 boletos a cinco dólares la pieza y obtuve una ganancia de $2495".
El granjero dijo: "¿Nadie se quejó?"
David dijo: "Solo el tipo que ganó. Así que le devolví sus cinco dólares".
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