Por GISELLE HERNÁNDEZ MÉNDEZ
BANI, República Dominicana.-Una envejeciente de esta localidad sureña que asegura tener 122 años de edad trabaja aún, realizando costuras a mano, para poder comprar los medicamentos que tanto necesita.
La señora Dolores Santos solicita encarecidamente que le ayuden a comprar una máquina de coser para trabajar más rápido, ya que no recibe ayuda de nadie, a pesar de que en una oportunidad le prometieron una pensión digna del Gobierno.
Doña Dolores, como popularmente se le conoce, vive en la calle Prolongación Sánchez número 9, del barrio 30 de mayo, de aquí.
Narra que en una ocasión fue invitada a una reunión donde el Presidente (no dijo cual), dijo que le entregaría una pensión pero «la misma no apareció».
“Yo no tengo nada, a mi no se me ha dado nada, ni siquiera una libra de arroz”, dijo la señora para de inmediato agregar que “tengo una loma de tratamiento y no tengo ni siquiera para una receta”.
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