Por Santo Salvador Cuevas Mendez ( Santon)
El día 12 de enero del año 2019, a las 10 de la mañana, cuando el joven de Batey 5, sufrió un fatal accidente.
La maquina alzadora de caña, se volcó cayendo parte del aparato en su pierza izquierda, donde la perdió.
Nos narra, José Manuel Jiménez, que fue trasladado a un Centro Médico en Santo Domingo, habia que depositar un dinero al seguro para operarlo y ponerles cuatro pinta de sangre.
Les solicitó a los dueños de la empresa, el dinero para la sangre, pero se negaron a ayudarlo, sólo si era un prestamo, para luego pagarlos, se lo podían conseguir.
Luego de ese accidente, los del consorcio, les pagaban cuatro mil pesos al mes, durante dos años, pero desde hace tiempo, les suspendieron el pago.
Por su lado, riesgo laboral también, les pasaba una mensualidad, esa Institución ya hace tiempo que no les paga nada a éste joven.
Los del Comsorcio Azucarero Central, se presentaron, dónde José Manuel, con unos documentos y un cheque de veinte y ocho mil pesos (28,000.00), para que firmara a lo que se negó, debido a que esa cantidad de dinero, no se corresponde con la indemnización que tiene que entregarle esa empresa a José Manuel Jiménez.
Visitó la oficina de Trabajo en Neyba, pero allí, tampoco les hicieron caso, por lo que cree que hay una complicidad, entre la Institución pública y la empresa productora de caña de azucar.
José Manuel, tiene dos hijos a quién mantener, pero ahora no puede trabajar, sólo cuenta con sus familias, que lo ayudan a llevar la situacion económica, luego que pasa por ésta lesión permanente.
Apela a las funcionarios de esa empresa, que parece actual al margen de las Leyes del país y a las autotidades del Ministerio de Trabajo a que obliguen a las gentes de el Consorcio a que cumplan con las disposiciones legales, en la República Dominicana.
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