Rusia y Ucrania avanzan en un acuerdo para frenar los ataques

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Las autoridades ucranias han denunciado este miércoles que las fuerzas rusas han bombardeado uno de los teatros de la ciudad portuaria de Mariupol donde se refugiaban “cientos de civiles”. Rusia también ha atacado a civiles en Chernígov, al norte del país, donde al menos 10 personas han muerto mientras hacían cola para comprar pan alcanzadas por un misil. 

La Embajada de Estados Unidos en Kiev ha atribuido esta matanza a las tropas del Kremlin que rodean la ciudad. Además, Rusia ha derribado dos edificios de viviendas en Kiev, y ha atacado Zaporiyia y Odesa (sur). En la ciudad costera de Mariupol (sudeste), un hospital sigue tomado por las fuerzas del Kremlin con 400 rehenes y desde él se está disparando contra posiciones ucranias, según la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha justificado que la invasión se produjo para parar un “genocidio” contra la población prorrusa del Donbás y ha asegurado que “la operación militar es un éxito”. Pese a los ataques, tanto Moscú como Kiev se han mostrado más optimistas respecto a las conversaciones de paz. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha intervenido este miércoles por videoconferencia ante el Congreso de Estados Unidos y ha vuelto a pedir el cierre del espacio aéreo ucranio. “Os necesitamos, os pido que recordéis Pearl Harbor cuando fuisteis atacados. Recordad el 11-S”, ha pedido Zelenski a los congresistas. El Tribunal de Justicia de la ONU ordena a Rusia que suspenda inmediatamente las operaciones militares que lleva a cabo en Ucrania. Aunque la decisión es vinculante, esta corte carece de poder para imponer su cumplimiento.