Su opción y labor vocacional por los jóvenes y la familia, su cordialidad y amabilidad son los rasgos que destacaron el paso por el Palacio Nacional de Rosa Gómez de Mejía, esposa del expresidente Hipólito Mejía (2000-2004), y quien falleciera repentinamente la noche de este lunes a los 82 años de edad.
Contrario a sus antecesoras, René Klang de Guzmán y Asela Mera de Blanco, quienes estuvieron al frente del Consejo Nacional para la Niñez (Conani) -fundado durante el gobierno de Antonio Guzmán en 1978- Rosa Gómez de Mejía le correspondió dar forma al Despacho de la Primera Dama, creado el 10 de septiembre del año 2000, mediante el decreto 741-2000.
Desde este nuevo organismo, que fue eliminado en el actual Gobierno a los pocos días de asumir el poder en agosto de 2020, Gómez de Mejía dirigió sus esfuerzos en la educación de los jóvenes, dando soporte a los programas educativos en politécnicos y las escuelas vocacionales de los barrios y las zonas rurales. Un interés que nació en su juventud y que la llevó a realizar estudios de Educación enfocados a la Orientación Estudiantil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y a dedicar parte de su vida al voluntariado social.
Y dentro de los distintos planes y proyectos que desarrolló, sin duda el más preciado y en el cual mantuvo su atención hasta el último día de su vida fue el Museo Trampolín, un lugar creado para el desarrollo educativo integral de la niñez y donde estaba la noche de este lunes antes de sufrir el infarto que le provocó la muerte.
Consagrada a la familia y a la educación
Doña Rosa Gómez de Mejía nació en el municipio de Gurabo, en la provincia de Santiago, el 11 de marzo de 1940. El 4 de julio de 1964 contrajo matrimonio con Rafael Hipólito Mejía Domínguez, quien fuera presidente de la República durante el periodo 2000-2004. Procrearon cuatro hijos: Ramón Hipólito, Felipe, Carolina (actual alcaldesa del Distrito Nacional) y Lissa.
Durante su coordinación en el desaparecido Despacho de la Primera Dama, además del Museo Trampolín, llevó adelante proyectos sobre Educación para el Trabajo y la Vida; actividades de Asistencia Social y de apoyo a Intervenciones Sociocomunitarias e iniciativas de desarrollo local.
Por su labor en apoyo a la educación, recibió distintos honores y condecoraciones, entre ellos la Gran Cruz de la Orden Isabel La Católica de su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de España, el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Católica Tecnológica del Cibao (Ucateci), y el Botón Paul Harris, máximo galardón que concede la Fundación Rotaria Internacional.
Tomado de Diario Libre.
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