Lo afirmó el vicecanciller Sergei Ryabkov, quien encabezó la delegación rusa en las conversaciones del lunes en Ginebra. Dijo que no confirmaría ni descartaría la posibilidad de poner infraestructura militar en esos países latinoamericanos.
El vicecanciller ruso Sergei Ryabkov, uno de los más altos diplomáticos del gobierno de Vladimir Putin y quien encabezó la delegación de su país en las conversaciones del lunes en Ginebra, advirtió este jueves que no se puede descartar un despliegue militar de Rusia en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos.
Las negociaciones en Ginebra y la reunión de la OTAN y Rusia del miércoles en Viena no lograron reducir la brecha en las demandas de seguridad de Moscú en medio de una acumulación de tropas rusas cerca de Ucrania. Dadas las circunstancias, Rusia tratará de explotar ahora toda su relación con las dictaduras de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.
Hablando en una entrevista con la televisión rusa RTVI, Ryabkov señaló que “todo depende de la acción de nuestros homólogos estadounidenses”, y señaló que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que su país podría tomar medidas técnico-militares si Estados Unidos actúa para “provocar” a Rusia y aumentar la presión militar sobre el país.
Ryabkov dijo que Estados Unidos y la OTAN han rechazado la demanda clave de Rusia de garantías que impidan la expansión de la alianza a Ucrania y otras naciones ex soviéticas, y agregó que la marcada diferencia en los enfoques genera dudas sobre la posibilidad de continuar las conversaciones.
La relación de Rusia con Venezuela, Cuba y Nicaragua
Ya en junio del año pasado, Rusia reiteró su apoyo a sus aliados en América Latina, fundamentalmente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, ante lo que fue calificado como “amenazas externas”.
Así lo aseguró el ministro de Defensa ruso, el general del ejército Sergey Shoigu, quien afirmó que aunque las relaciones con esos países son “históricas”, las distintas formas de presión que experimentan en la actualidad hace que necesiten la ayuda de Moscú “más que nunca”.
Aunque el ministro no especificó si dichos países hicieron un pedido formal de ayuda, en un discurso dado durante una conferencia sobre seguridad internacional realizada en Moscú, sí se refirió a las “amenazas” sufridas por ellos, que incluyen la posibilidad de “uso abierto de la fuerza militar” contra esas naciones.
“Es la amenaza del terrorismo, muy ligada a la producción de drogas ilegales y a los permanentes intentos por iniciar revoluciones variadas en esos países”, afirmó Shoigu, de acuerdo con la agencia TASS de noticias.
Las declaraciones de mitad de año llegaron en un momento particularmente sensible en Nicaragua, aislado internacionalmente como consecuencia de las acciones del gobierno de Daniel Ortega, quien ha lanzado una persecución contra candidatos opositores que incluyó una ola de detenciones además de intimidaciones, amenazas y allanamientos.
Sin embargo, la alianza con Moscú no es nueva. En 2014, el presidente Putin realizó una visita sorpresa al país centroamericano, y antes de eso Ortega había manifestado su apoyo a Rusia en varios conflictos regionales, incluido el de Ucrania, y ante las sanciones occidentales.
Esos dichos también se dieron en un momento particularmente difícil en Cuba, luego de que el 11 de julio se produjeran en el país manifestaciones históricas contra el régimen.
En relación con el vínculo entre Rusia y Venezuela, Moscú se comprometió a fortalecer la cooperación militar con la dictadura de Nicolás Maduro.
El compromiso de Moscú, uno de los principales aliados del régimen chavista, se dio en el marco de una reunión que mantuvieron el año pasado los ministros de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov y Jorge Arreaza, en la capital rusa.
Estados Unidos monitorea la presencia rusa en Venezuela desde hace tiempo. En agosto del 2020, el almirante Craig Faller, entonces comandante del Comando Sur de las Fuerzas Armadas -cuya órbita de influencia incluye al país caribeño- dijo que “la influencia rusa es la principal fuerza manteniendo a Nicolás Maduro en el poder”.
“Veo con alarma lo que Rusia está haciendo con Venezuela en términos de personal desplegado y en la diseminación de desinformación”, agregó durante una conferencia sobre América Latina del think tank Atlantic Council.
Rusia se convirtió en uno de los mayores aliados políticos y comerciales del régimen de Hugo Chávez primero, y luego de Maduro. Moscú es, además, el segundo acreedor de Venezuela, después de China, con unos 7.500 millones de dólares, según una estimaciones de la consultora local Ecoanalítica.
El pasado mes de marzo el Kremlin fortaleció su respaldo al dictador venezolano con la firma de una docena de acuerdos de cooperación en materia alimentaria, financiera, energética, militar, científica, tecnológica y minera.
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