NUEVA YORK —
Los féretros fueron traídos uno por uno — 15 en total — a una mezquita del distrito del Bronx en un gélido domingo de invierno, atestada por cientos de personas para darle el último adiós a las víctimas de un incendio en un edificio hace una semana.
Varios cientos de dolientes más se aglomeraban afuera del templo, asomándose por las ventanas o viendo pantallas gigantes para rendir homenaje a los fallecidos en el incendio más letal en la ciudad de Nueva York en tres décadas.
“Hace una semana estaban con nosotros... ahora se han ido”, dijo Musa Kabba, el imán de la mezquita Masjid-Ur-Rahma, donde muchas de las víctimas habían orado. “Ocurrió el domingo pasado, y hoy estamos por enterrar a estas familias. Es duro”.
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