Los policías implicados en el tumbe de drogas en Barahona también vendieron armas de las que encontraron en el vehículo en el que robaron los estupefacientes y una de ellas está vinculada a las muertes de un dominicano y un haitiano ocurridas a menos de dos semanas del hurto, en un incidente también relacionado alegadamente a asuntos de narcotráfico.
Según el fiscal titular de Barahona, Wellington Matos, el Ministerio Público tiene en su poder un fusil que forma parte de los pertrechos sustraídos por los agentes, el 28 de agosto durante el tumbe, el cual vendieron a una banda de tráfico de drogas, arma que fue recuperada en el proceso de investigación de la muerte de un dominicano y un haitiano en esa provincia, el 9 de septiembre.
“Cuando se produce el tumbe de la droga, se roban unas armas de fuego, incluyendo el fusil. Uno de los agentes de la Policía, el que se queda con el fusil, se lo vende a una banda de narcotráfico y ese fusil lo tienen ellos (la banda), participan en un homicidio el nueve de septiembre por asuntos relacionados con droga y ese fusil se recupera en esa investigación. Ahora después que se produce todo esto, nos damos cuenta que ese fusil es parte de las armas que llegaron con el cargamento de drogas”, dijo Matos a Diario Libre.
En su relato a las autoridades, Esteban Armando Féliz Batista cuando era indagado tras un secuestro de que fue objeto el pasado día tres del mes en curso, hecho derivado presuntamente por el hurto de lo que se estima fueron 400 kilos de cocaína, dijo que en el vehículo en el cual ocuparon el cargamento también había un fusil de características que no se describen y tres pistolas marca Glock, las cuales afirma, se repartieron otros agentes mientras también se dividían el botín de narcóticos.
De acuerdo al fiscal, el Ministerio Público también tiene como elemento de prueba contra los 14 agentes que son procesados la suma de 1 millón 756,400 pesos dominicanos que fueron llevados hasta la subdirección de Investigaciones Criminales (Dicrim) por un hermano de Féliz Batista, el día de su secuestro, con los que pretendía pagar su rescate, cuyo monto se había acordado en dos millones de pesos de cinco millones que se requerían inicialmente.
Establece que existen indicios para solicitar prisión preventiva contra el grupo porque se tiene evidencia suficiente de que se asociaron para sustraer y vender droga y armas de fuego.
Además de Esteban Armando Féliz Batista, por el tumbe son procesados, el sargento Oscar Andrés Valentín Jiménez (Oscalito), los rasos Iván Féliz Vólquez y Carlos David Pimentel Cuevas (Cabezón), así como el capitán Rafael Amaurys Medina Pérez (Patú), y los sargentos Frainel Féliz (Bambí), Jorge Ramón Alcántara Urbáez (Sargento Alcántara), Jordany Cuevas Méndez (Yoda), Miguel Ángel Féliz Féliz (Argenis), el cabo Juan Carlos Medina Méndez (Pelo Fino) y el raso Junior Geraldo García.
Los abogados del cabo de la Policía Nacional Esteban Armando Féliz Batista, quien admitió haber participado junto a otros compañeros en el robo de un alijo de drogas y señaló a otros miembros de la institución como quienes lo secuestraron por varias horas, el tres de noviembre pasado, dicen el agente supuestamente fue drogado y manipulado para ofrecer esas declaraciones al Ministerio Público.
“A este muchacho (Esteban) lo cogen, lo montan en uno de los vehículos de la Policía, lo llevan a Enriquillo para que supuestamente le diga en el lugar que lo secuestraron, pero mentira, lo metieron al hospital dos militares de Santo Domingo de alto rango, diríamos oficiales de la Policía con unos militares de Barahon, lo llevaron al hospital de Enriquillo y allá sedaron al muchacho, le pusieron una inyección intravenosa y le cambiaron el cerebro, comenzaron a hacerle preguntas y a hacerle cosas sin un abogado que haya sido nombrado o escogido por él”, dice Manuel Andrés Rodríguez Arias, abogado de Féliz Bautista.
Sostiene que en esas acciones participó el Ministerio Público y se hizo un expediente en el que se involucra a los demás imputados, sin que éstos fueran mencionados por el agente. Dice que su cliente no participó en el tumbe ni ha acusado a nadie de su secuestro porque no pudo identificar a sus raptores, ya que estos estaban encapuchados y a él también le colocaron una capucha.
Por la vinculación en el caso de la agente Cherilyn Suero Medina, su padre, el encargado de Asuntos Internos de la Policía de Barahona, primer teniente José Antonio Suero Carrasco; fue suspendido de la institución del orden aunque no se ha informado si tuvo o no participación en el rapto.
Melvin Reyes, abogado del grupo de imputados, se limitó a decir que demostrarán que las circunstancias en que se obtuvieron las declaraciones de Esteban Armando Féliz son cuestionables y violan los procedimientos que establece el Código Procesal Penal.
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