«Hay información que fue suministrada por miembros del Clan del Golfo que sirvió para la captura», aseguró Molano en declaraciones a medios desde la Brigada del Ejército Nacional en Carepa, Antioquia (noroeste).
El ministro aseguró que se pagará la recompensa que el Gobierno ofrecía por «Otoniel» de hasta 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares) y que EE.UU. hará lo mismo con la suya, que ascendía a los 5 millones de dólares.
Úsuga fue detenido este sábado en una operación conjunta de la Policía y las Fuerzas Armadas, bautizada «Operación Osiris», en un punto llamado Cerro Yoki, en jurisdicción de Necoclí, municipio del departamento de Antioquia, donde estaba cercado desde hace meses.
Su captura, según el presidente colombiano, Iván Duque, es «el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país y es solamente comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90».
Y además significa «el camino final del Clan del Golfo», repitió hoy Duque, que volvió a llamar a los miembros de esta banda heredera de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a que «o se entregan a la Justicia o vamos por ustedes».
El Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) son responsables de «casi el 30 % de las toneladas de coca que eran sacadas de Colombia», según aseveró hoy Molano, y por eso pesa sobre él dos órdenes de extradición a Estados Unidos.
En ese sentido, el director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas, confirmó hoy que «será extraditado a Estados Unidos», aunque se desconocen los plazos o cuándo se producirá.
Dicha extradición se producirá a pesar de que sobre «Otoniel» hay en Colombia 122 órdenes de captura y 6 sentencias condenatorias, entre ellas dos de 40 y 50 años de prisión, por homicidio agravado, homicidio en persona protegida, desaparición forzada, desplazamiento forzado y reclutamiento ilícito de menores.
En Estados Unidos se le requiere por una orden de captura de una corte de Florida de 2015 por delitos de narcóticos y otra de una corte de Nueva York del mismo año por participar en una empresa criminal continuada y por delitos de narcóticos.
«Otoniel», de 50 años, lleva toda una vida involucrado en grupos ilegales, desde que integró el Ejército Popular de Liberación (EPL, un grupo maoísta), con 16 años y luego pasó a las AUC, donde trabajó mano a mano con uno de sus jefes más conocidos, Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario», encargado de lavar activos y pagar extorsiones.
Cuando se desmovilizó de las AUC en 2006 decidió formar su propio grupo junto con un hermano, que inicialmente se llamó «Los Urabeños» y se fue extendiendo hasta convertirse en la banda más grande del país, acusada de homicidios selectivos, asesinatos de líderes sociales, reclutamiento de menores, extorsiones, desapariciones forzosas y desplazamiento y confinamiento.
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