NEW YORK.
Con una proporción de votantes 7-1 a favor de los demócratas en NYC, Eric Adams tiene prácticamente asegurada la alcaldía de la ciudad más grande del país en las elecciones del 2 de noviembre, pero el republicano Curtis Sliwa no se rinde.
Anoche, durante el primer debate entre ambos candidatos,
ambos mantuvieron el discurso tradicional y cada uno hizo lo que corresponde en una campaña que luce casi una formalidad: Adams lidera de lejos las encuestas e ignoró a Sliwa, quien como buen retador buscaba el foco de atención.Adams, ex NYPD, ex senador estatal y actual presidente del condado Brooklyn, fue acusado por Sliwa de ser “compañero de equipo” del impopular alcalde demócrata saliente Bill de Blasio. Mientras Adams llamó a su oponente -fundador de “Guardian Angels”- un fabulista que se involucró en “bufonadas”.
“Éste debió ser el debate más aburrido de la historia”, se quejó Stu Loeser, quien se desempeñó como uno de los principales miembros del personal de comunicaciones del ex alcalde Michael Bloomberg y del ex pre candidato demócrata a la alcaldía, Ray McGuire.
Sliwa etiquetó a Adams como un “compañero de equipo”, “socio” y “aliado” de De Blasio. “Adams será de Blasio 2.0.”, comentó un correo electrónico posterior al debate enviado por la campaña del candidato republicano, señaló New York Post.
Durante el evento de una hora transmitido por NBC, Sliwa señaló que Adams había sugerido recientemente que podría mantener en el cargo al actual jefe de la agencia de servicios para personas sin hogar (DHS), Steven Banks, pese a la crisis de indigencia que enfrenta la ciudad.
“¿Qué tal si hacemos algo novedoso y dejamos de confiar en estos políticos como De Blasio y Eric Adams que son un equipo de etiqueta en esto, como otros antes que ellos (…) No confío en los políticos. Dejemos que la gente decida”, sugirió Sliwa, activista voluntario en la prevención del crimen.
Los comentarios se produjeron después de que De Blasio, durante su conferencia de prensa remota de ayer en la mañana, alabara a Adams y dijera que están en contacto con frecuencia.
Adams no mordió el anzuelo, negándose repetidamente a responder a los golpes de Sliwa. “No, estoy hablando con los neoyorquinos, no con bufonadas”, dijo en algún momento.
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