Yanelis Arias López, de 42 años, a quien un hombre atacó el 20 de agosto con ácido del diablo, corrió desesperada, revolcándose por el suelo, pidiendo auxilio y gritando que se quemaba, cuentan vecinos del lugar.
“Agustín me echó ácido del diablo, corran, no me dejen morir, porque de esta no me salvo”, dicen personas consultadas por Listín Diario que gritaba la mujer en medio de la desesperación.
El suceso fue en Tenares, provincia Hermanas Mirabal, y ella murió el 3 de septiembre en la Unidad de Quemados de un hospital en la capital, al sufrir los embates de las quemaduras.
Una vecina le echó agua por el rostro y el cuerpo para tratar de calmarla y luego la llevaron totalmente desfigurada a un centro de salud de Tenares y de ahí transferida a un hospital de Santo Domingo, pero después de varios días ingresada falleció. La gente dice que era una mujer tranquila, pero que hablaba poco con la gente. Mientras tanto, la comunidad está indignada y piden que se haga justicia.
Asimismo, explican que el agresor dejó una nota con una “J” y unos escritos que manejan los investigadores policiales.
Igualmente sostienen que detrás del crimen aparentemente está de por medio otra mujer celosa. La Policía dice que profundiza las investigaciones para establecer responsabilidades.
La mujer residía en Estados Unidos junto a sus familiares y hace pocos días que se encontraba de visita en el país.
Caty Toribio la describió como una buena vecina, aunque reconoce que, igual que otros habitantes de Tenares, principalmente del sector Entrada de la escuela Básica Regino Canela, prolongación Emilio Rodríguez, se trataron poco.
Dijo que la dama tenía tres hijos y que, según sus familiares, hace ocho meses que enviudó tras la muerte de su pareja en circunstancias no especificadas.
“No tenían que hacerle eso a ella, es un acto terrible, violento, reprochable, una barbarie y la justicia tiene que tener más manos duras con eso”, dijo Toribio.
La consternación de la población radica porque es el primer caso de esa naturaleza que ocurre en Tenares.
Charlis Javier, quien tiene un taller de mecánica de motocicletas al lado de la casa donde residía la mujer, informó que ella tenía como diez años que no venía al país.
“Yo la veía de vista, a veces salía a la calle, se paraba en el lugar y luego se encerraba en su casa, porque ella no era persona de buscarse problemas, pero se trataba poco con los vecinos”, indicó.
Sostuvo que al mensajero pocos lo vieron y que se enteraron de lo ocurrido tras los gritos desgarradores de Yanelis. Asimismo, explicó que en el lugar circulan varias versiones en relación a ese triste y lamentable caso.
“Hay varias versiones en relación a este hecho, se dicen muchas cosas, pero las investigaciones dirán”, comentó Javier.
El productor agrícola Ramón Vargas contó que no la conocía bien, pero que ha escuchado que era de poco hablar, y que no buscaba problemas.
La Policía también interrogó al propietario de un establecimiento, donde fue sacada la motocicleta en la que se cometió el hecho.
El cadáver de la mujer será repatriado a Nueva York, Estados Unidos, donde residen sus familiares cercanos.
La Policía comunicó que profundiza las investigaciones para establecer otras responsabilidades.
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