“Es una vergüenza cuando piensas que tienes asesinos, atracadores y horribles dictadores y países, y todos están activos menos el presidente de Estados Unidos, que tenía cientos de millones de personas", se quejó el polémico ex mandatario.
Donald Trump criticó a Twitter por prohibir su cuenta en esa red social, pero sí permitir que los talibanes usen la plataforma para proporcionar actualizaciones sobre sus violentas conquistas en Afganistán.
“Es una vergüenza cuando piensas que tienes asesinos, atracadores y horribles dictadores y países, y todos están activos menos el (ex) presidente de Estados Unidos, que tenía cientos de millones de personas, por cierto”, dijo el ex mandatario a Newsmax en una entrevista telefónica, el miércoles.
Si bien Trump ha permanecido excluido de la plataforma Twitter desde los disturbios mortales en el Capitolio el 6 de enero, al portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, se le permite publicar actualizaciones libremente.
La cuenta no verificada de Mujahid, que se utilizó para proporcionar actualizaciones sobre la captura de ciudades afganas por parte de los talibanes mientras tomaban el control agresivamente del país en días, ha acumulado más de 335,000 seguidores. Otro portavoz de los talibanes, Qari Yousaf Ahmadi, tenía anoche más de 68,000 seguidores.
Twitter emitió una declaración general sobre la presencia del grupo militante islámico radical en la plataforma, pero la compañía no respondió directamente a las críticas del polémico ex mandatario Trump, señaló New York Post.
“La situación en Afganistán está evolucionando rápidamente”, se lee en el comunicado. “También estamos presenciando a personas en el país que utilizan Twitter para buscar ayuda y asistencia. La principal prioridad de Twitter es mantener a las personas seguras y nos mantenemos alerta”.
“Continuaremos aplicando nuestras reglas de manera proactiva y revisando el contenido que pueda violar las Reglas de Twitter, específicamente las políticas contra la glorificación de la violencia, la manipulación de la plataforma y el spam”.
El 8 de enero Twitter anunció que cerraba la cuenta de Trump, cuando aún era presidente y tenía más de 80 millones de seguidores. La compañía dijo en ese momento que lo hacía “debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia” tras la insurrección del Capitolio, que involucró en gran medida a sus partidarios, causando cinco muertos.
En mayo, la Junta de Supervisión casi independiente de la red social Facebook votó a favor de mantener su prohibición de la plataforma. El mes pasado, Trump demandó a Twitter, Facebook y YouTube por cerrarle sus cuentas, además de tomar acciones similares contra otros conservadores, en lo que llamó la “censura ilegal y vergonzosa del pueblo estadounidense”.
La demanda colectiva busca daños no especificados por presuntas violaciones de la Primera Enmienda que, según Trump, podrían sumar “billones” de dólares.
Esta semana, Trump arreció sus críticas a su sucesor Joe Biden y hasta pidió su renuncia, no sólo por la “vergüenza” por lo que “ha permitido” que pase en Afganistán, sino por el “tremendo” aumento de casos de COVID-19 y la “catástrofe en la frontera” entre EE.UU. y México, entre otras razones.
“Afganistán es el resultado militar más vergonzoso de la historia de EE.UU. ¡No tenía por qué haber sido así!”, afirmó Trump en uno de los numerosos escuetos comunicados enviados a los medios tras la caída de Kabul en manos de los talibanes horas después de la huida del presidente afgano, Ashraf Ghani.
— Donald Trump Jr. (@DonaldJTrumpJr) August 18, 2021
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